Para los que no sepan en qué consiste, el ayuno intermitente se basa en alternar los periodos de ingesta habituales, con periodos más o menos prolongados de tiempo en los que no se ingiere nada, salvo agua. Para que se considere ayuno intermitente deben pasar al menos entre 8 y 16h entre comidas.
Cada vez son más las personas que se preocupan ya no solo por lo que comen, sino por la calidad del agua que beben. Y no es para menos.
Yo misma, después de más de una década ocupándome de la calidad de lo que comía y ponía sobre mi piel, empezaba a percibir la incoherencia que suponía que, tratándose del 70% de nuestra composición corporal, así como de en torno al 80% de la de la sangre, no otorgara la importancia que merece el agua que consumo.
El agua cumple funciones indispensables en nuestro organismo, y asegurar su calidad resulta fundamental para todas las personas en general, pero más aún para las que padecen de trastornos digestivos y candidiasis, hormonales, o problemas con la piel.